
Otún Quimbaya: un paraíso entre selvas, colores y cielos estrellados
Quienes visiten este santuario tendrán la oportunidad de alejarse del ruido y la contaminación auditiva y visual de las ciudades, y disfrutar de un encuentro único con la naturaleza. Desde el momento en que se ingresa al santuario, el ambiente cambia: los sonidos de las aves se convierten en los protagonistas, mientras que el aroma fresco, el rugir del río Otún y la belleza del paisaje invitan a contemplar la biodiversidad y la majestuosidad de la naturaleza.
En lo profundo de la Cordillera Central, en el corazón del Eje Cafetero, se encuentra un lugar donde la naturaleza se encuentra con la tranquilidad y la serenidad: el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya (SFFOQ). Este rincón de Colombia, una joya de biodiversidad, es mucho más que un destino turístico; es un viaje hacia el alma misma de la naturaleza, donde cada paso, cada respiro, te conecta con el entorno, el ecosistema y la vida misma.
Un refugio de vida y emoción
Cuando llegas al Santuario, es imposible no sentir la magia que envuelve sus 452 hectáreas de selva subandina. En cada rincón, el murmullo del río Otún, el canto de las aves y el susurro de los árboles parecen contar historias de siglos de vida, de conservación y de armonía. Desde el momento en que pisas el suelo del SFFOQ, te adentras en un universo lleno de colores, aromas y sonidos que parecen susurrar secretos de la tierra.
El Santuario fue creado para proteger la rica biodiversidad de la región, pero también para ofrecer a los viajeros la oportunidad de ser parte de este proceso de conservación. Es un lugar donde el ecoturismo no es solo una actividad, sino una vivencia que invita a reflexionar sobre el equilibrio entre el hombre y la naturaleza. Aquí, la conservación no se siente como una tarea distante, sino como un compromiso de todos, desde las comunidades locales hasta los turistas que visitan este paraíso.
“La experiencia en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya es inolvidable. Este lugar es un paraíso natural que combina biodiversidad y tranquilidad. Desde el momento de la llegada, se percibe un ambiente acogedor y bien cuidado. Los senderos están diseñados para disfrutar del entorno mientras se minimiza el impacto ambiental. Además, la calidez y el conocimiento de los guías enriquecen la visita, ya que explican detalladamente la importancia ecológica del lugar. Entre los aspectos más destacados están los constantes sonidos de la fauna, el aire fresco y la biodiversidad, que crean un ambiente de tranquilidad perfecto para conectarse con la naturaleza, invitando a la desconexión y ofreciendo la oportunidad de estar rodeado de un bosque tan bien conservado”,
comenta Robinson Armando Cruz Apache, guardaparques y pajarero del Parque Nacional Natural Nevado del Huila.
La magia de los senderos: un encuentro íntimo con la naturaleza
Recorrer los senderos ecoturísticos del Santuario es vivir una experiencia única, donde cada paso te acerca más a la esencia de este ecosistema. El Sendero Los Bejucos, con su trazado sinuoso, te invita a caminar por el corazón de la selva, observando cómo el bosque se transforma ante tus ojos. Desde un bosque joven hasta una selva madura, cada etapa del recorrido revela una nueva perspectiva de la vida natural que alberga este santuario. Aquí, el tiempo parece detenerse, y el canto de las aves y el movimiento fugaz de los mamíferos en su hábitat natural te recuerdan lo frágil y lo precioso que es todo lo que nos rodea.




“Siempre tuve el sueño de ver un puma, y afortunadamente lo vi en mi parque, en Otún, hace un año y medio, después de casi 18 años de trabajar en parques. Iba con mi esposa y se nos cruzó por la carretera; nos miró, pero no alcancé a sacar la cámara. Continuó su camino y se adentró en el bosque. Para mí, ha sido uno de los encuentros más marcados de mi vida. Es un felino que me gusta mucho”,
dice Álvaro Ríos, profesional de ecoturismo del Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya.
En el Sendero El Humedal, el eco del agua, el frescor de la vegetación y la sensación de caminar sobre un puente de madera plástica te envuelven en un abrazo de tranquilidad. El aroma a tierra húmeda, la vista de las heliconias en flor, y la calma del agua que refleja el cielo crean una atmósfera de paz. Es como si la naturaleza misma te estuviera invitando a detenerte, a respirar profundamente y a conectar con el mundo natural de una manera profunda y consciente.
El Sendero El Río, que bordea las aguas del Otún, te ofrece una experiencia más serena, casi meditativa. Mientras el río murmura a tu lado, te adentras en un espacio donde la recuperación de la naturaleza es palpable. Es un recordatorio de que la tierra, aunque alterada, tiene la capacidad de sanar y renovarse. Y, al igual que el río que fluye con fuerza, todos los seres humanos tenemos un papel que jugar en el flujo de la conservación y la protección del medio ambiente.
“Además de estos atractivos, tenemos actividades como la observación de aves, de estrellas, el sendero nocturno y el solitario. Estos últimos son muy especiales, ya que en la noche también se puede observar otro tipo de fauna”,
señala Álvaro Ríos.
Una fusión de naturaleza y cultura
En el SFF Otún Quimbaya también destaca el patrimonio cultural. En este santuario no solo se preservan las especies animales y vegetales, sino también las huellas de la historia humana. Villa Amparo, una construcción de 1929, es testigo de la tradición y la arquitectura “paisa” que ha sido parte de este territorio desde tiempos pasados. Al visitar este espacio, puedes sentir la conexión entre la gente, la tierra y la naturaleza, una relación que ha sido fundamental para la conservación de este ecosistema.
Un hogar para los visitantes
El Santuario también ha pensado en el bienestar de sus visitantes. Este cuenta con dos bloques de alojamiento, Aldea Quimbaya y Cacique Otún, los turistas tienen la oportunidad de descansar en medio de la naturaleza sin sacrificar comodidad. Las edificaciones, diseñadas con materiales locales, respetan la arquitectura tradicional de la región, creando un ambiente cálido y acogedor. Dormir aquí, rodeado de montañas y bosques, es una experiencia que invita al descanso y a la reflexión sobre la importancia de la conservación.
El Compromiso con el futuro
El ecoturismo en el Santuario Otún Quimbaya no solo busca atraer turistas, sino también involucrar a las comunidades locales en la protección de su territorio. Las actividades ecoturísticas no solo generan una fuente de ingresos, sino que también promueven una cultura de cuidado y respeto hacia el medio ambiente. Cada visitante, al recorrer los senderos, al observar la fauna y flora, se convierte en un embajador de la conservación.
En este rincón de Colombia, el ecoturismo es un acto de amor hacia la naturaleza. El Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya demuestra que es posible disfrutar de la belleza de nuestros paisajes mientras trabajamos juntos para preservarlos. Cada paso que damos aquí es un paso hacia un futuro más sostenible, un futuro donde la naturaleza y las comunidades coexisten en armonía.
Así que, si estás buscando un lugar para desconectar del ruido del mundo y conectar con lo más puro de la naturaleza, el Santuario Otún Quimbaya te espera con los brazos abiertos. Un lugar donde la magia de la naturaleza, la historia y la cultura se unen para ofrecerte una experiencia que, sin duda, dejará una huella profunda en tu corazón.