Música para la vida y la naturaleza: hoy es el concierto «Un gesto de paz con la Naturaleza» en el Parque Nacional Natural Chingaza.
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- A las 10:30 a.m., se realizará el concierto, presentado por el artista César López, en el Sendero La Libertad del Parque Nacional Natural Chingaza, el cual resonará no solo en el corazón de quienes estén presentes, sino también en el ecosistema que nos rodea.
Bogotá. En Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC), la custodia de nuestros territorios no solo implica proteger la biodiversidad, sino también honrar la riqueza cultural y natural de nuestro país. La vasta diversidad manifestada en plantas, hongos, aves, así como en los oficios, letras, músicas y saberes tradicionales, es un tesoro que debemos preservar y celebrar.
Conscientes de la distancia que a veces nos separa de este flujo vital y sus consecuencias para nuestro planeta, invitamos a todos a unirse a una declaración de reflexión y a un gesto de paz. Para ello, hemos organizado el concierto «Un Gesto de Paz con la Naturaleza» en colaboración con el reconocido artista César López.
El evento se realizará hoy, 16 de agosto, a las 10:30 a.m., en el Sendero La Libertad, ubicado a 3.500 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional Chingaza. Esta área protegida es el hogar de 101 especies de mamíferos, 531 de aves, 49 de anfibios y 32 de reptiles y más de 1.400 especies de flora.
Esta celebración es un tributo a la biodiversidad y a todas las formas de existencia, desde ríos y mariposas hasta frailejones y piedras en la Sierra Nevada de Santa Marta.
La música que se interpretará en este entorno sublime pretende ser un tributo a lo silvestre y una reivindicación de la vida en todas sus manifestaciones. Esta experiencia única no solo será un deleite para quienes puedan presenciarla, sino también un recordatorio de nuestra interconexión con el entorno natural que habitamos.
A través de la música, buscamos reconectar con la esencia de la vida y reafirmar nuestro compromiso con el equilibrio y la preservación del medio ambiente. El traslado de un piano a estas alturas excepcionales, en el silencio profundo del páramo de Chingaza, ofrecerá una experiencia sonora única que resonará no solo en el corazón de quienes estén presentes, sino también en el ecosistema que nos rodea.