• Como antesala a la celebración, en el parque principal de San Martín de los Llanos, se reunieron estudiantes de primaria y bachillerato para vivir una experiencia inmersiva al recorrer parques como Amacayacu y Gorgona a través de la realidad virtual.
• Representantes del sector público, instituciones educativas de San Martín y expropietarios de predios del área protegida participarán en la celebración del primer año de la declaratoria, que se realizará en el Teatro Camoa. Únete a la transmisión en vivo.

San Martín de los Llanos, Meta.
“Estamos de celebración. Este primer año ha sido de retos debido a lo que implica la gestión de una nueva área, pero, sobre todo, de alegría y satisfacción al ver cómo las comunidades, los estudiantes, niños y jóvenes se están apropiando del Parque y reconociendo su importancia. Esto lo pudimos evidenciar en un homenaje que se rindió al parque en el marco de las festividades de San Martín”,

afirmó William Alberto Zorro Maldonado, jefe del parque, quien no oculta su emoción al cumplirse un año de la declaratoria. Además, hizo un balance en el que destacó las labores de prevención, vigilancia y control en el área protegida.

Esta labor se realiza en conjunto con los guardaparques, algunos de ellos locales, quienes aportan su valioso conocimiento sobre un ecosistema caracterizado por sabanas estacionales tropicales, bosques de galería tropical, humedales, ríos y lagunas, así como por la presencia de mamíferos, reptiles y aves, entre otros.

“La riqueza y biodiversidad del parque es fascinante. Yo viví cerca del río Manacacias con mi mamá y mi hermano. Veía los venados, escuchaba el rugido del puma por las mañanas, admiraba los amaneceres con tonos azules y lilas. Conozco bien la fauna que habita allí”,

relató María José Oropeza Cantor, estudiante del Colegio Integrado de San Martín, quien participa de manera constante en las actividades organizadas por los educadores del parque Serranía de Manacacias. Ella enfatiza que conocer la biodiversidad del parque facilita su cuidado y apropiación.

Esa apropiación es algo natural para los lugareños, quienes aseguran que tener el parque como “vecino” les da tranquilidad, ya que saben que en él se encuentran las fuentes hídricas, paisajes únicos y un lugar que también beneficiará a futuras generaciones.

“Es muy gratificante ver cómo la gente quiere al parque, lo conoce. Las profesoras de los colegios nos apoyan y se suman a la tarea de conservación. Eso nos motiva a seguir con la educación ambiental y fortalecer la relación con las comunidades”,

señaló Óscar Gaitán, líder de educación ambiental y gobernanza del parque.
Y es que la educación es clave para la conservación, un principio claro tanto en el parque como en las escuelas y las familias.

“Estas actividades son muy relevantes porque yo no conocía todo lo que se protege, las especies que habitan allí ni los servicios ecosistémicos que nos brindan. Hoy no solo aprendí más sobre Manacacias, sino también sobre otras áreas del país”,

indicó Gloria Ardila, madre de familia participante en la actividad, mientras coloreaba una de las cartillas que dan a conocer las 65 áreas protegidas administradas por Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Una exposición fotográfica inmersiva y participativa

“Esas alas se ven perfectas, he visto los colores de ese amanecer, he visto esa serpiente, me han hablado de los reservorios de biodiversidad”.

Estas son algunas de las frases comentadas por jóvenes, niños y adultos al recorrer la exposición del fotógrafo colombiano Federico Ríos Escobar, guiada por el curador Santiago Escobar, quien no ocultó su emoción al escuchar las reacciones y curiosidades de los asistentes mientras observaban las imágenes.

La muestra está dividida en tres ejes temáticos: biodiversidad, paisaje y prácticas culturales.

“Y es a la vez un llamado a reflexionar sobre las visiones futuras para la Orinoquia, un territorio que conecta los Andes con la Amazonía”,

se lee en la introducción de la exposición.

Cámaras trampa: registrando la biodiversidad y la belleza de la naturaleza

Desde julio de 2024, las cámaras trampa se han integrado al programa de monitoreo del parque. En sus registros se ha evidenciado la presencia del puma, cerdos de monte, paujiles y el oso palmero con sus crías a la espalda.

“Esto es muy emocionante, porque nuestros guardaparques ya han visto estas especies sin necesidad de las cámaras, lo cual es realmente impactante. Saber que estas especies están ahí nos genera un compromiso aún mayor con el parque y con los colombianos. Las celebraciones también son una oportunidad para mirar al futuro: tenemos el reto de sanear cuatro hatos, enfrentar la caza furtiva, que es una presión importante en el parque, y como sueño, proyectamos construir un vivero con especies nativas, como los esteros basados en el moriche, para realizar repoblaciones. Actualmente estamos en el proceso de caracterización”,

concluyó el jefe William Zorro.