Los atractivos naturales de la Sierra de La Macarena

Los “brazos” de Caño Cristales y un gigante que emerge de la tierra

Navegar por el río Guayabero en el departamento del Meta, con la posibilidad de avistar garzas, monos y tortugas, es la antesala perfecta al majestuoso Caño Cristales, el único río de colores en el mundo, el cual inicia su temporada 2025. Una temporada que llega cargada de atractivos naturales imperdibles como la Cascada Los Cuarzos y el Mirador Cristalitos que permite observar las montañas de los Andes, las sabanas de la Orinoquia y la selva del Amazonas.

Por: María Alejandra Moreno Tinjacá, periodista de Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Visitar el Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena, en el departamento del Meta, es uno de esos planes que está en la lista de deseos no solo de los colombianos, sino también en la de numerosos viajeros extranjeros que visitan el país. ¿La razón? Allí se encuentra uno de los paisajes más icónicos y únicos del mundo: el famoso tapete de colores de Caño Cristales, el cual ha sido registrado con innumerables imágenes y videos que circulan en las redes sociales y que invitan a conocer esta maravilla natural y vivir una experiencia única que está marcada por la expectativa y la emoción de visitar este icónico tapete.

Sin embargo, al llegar a la Sierra de La Macarena el turista tiene la oportunidad de visitar otros atractivos turísticos naturales que son la antesala del majestuoso tapete de colores. Así, la aventura inicia en Puerto Inderena o Puerto Tigre, el único lugar autorizado para que los turistas se puedan embarcar en las lanchas y navegar por el río Guayabero, la ruta para visitar el área protegida. Durante el recorrido está la posibilidad de observar la garza mora (Ardea cocoi) que en este viaje posaba tranquilamente a orillas del río mientras los turistas se maravillaban con su belleza.

También se avistaron la Guala o chulo (Cathartes aura), la tortuga terecay (Podocnemis unifilis), el Caimán de anteojos, conocido como cachirre (Caiman crocodilus) y el Tití de collar (Cheracebus torquatus), todos con su singularidad belleza permiten conocer un poco más de la biodiversidad que hay en el área protegida y que también se evidencia en diferentes especies de plantas que se pueden observar en el sendero que lleva al Mirador Cristalitos de la vereda el Billar.

La garza mora (Ardea cocoi) se posa tranquilamente a orillas del río Guayabero mientras
los turistas se maravillan con su belleza.
Estos son los animales que puedes contemplar de camino a Caño Cristales, el río más hermoso del
mundo.
La garza mora (Ardea cocoi) se posa tranquilamente a orillas del río Guayabero mientras los turistas se maravillan con su belleza. Estos son los animales que puedes contemplar de camino a Caño Cristales, el río más hermoso del mundo.

Esta caminata es de complejidad media, las personas pueden hacer paradas para ver parte de la selva húmeda y las rocas que emergieron del océano. En este recorrido el clima se siente fresco, se puede ver rastros de huellas del venado de cola blanca y de los mamíferos que se pasean por el sendero. Luego de unos 30 minutos de ascenso y al llegar a la cima se puede contemplar una parte de las 619.546 ha que conforman la Sierra de la Macarena, la cual tiene ecosistemas de selva húmeda, bosque inundable, matorrales y vegetación herbácea de sábana amazónica.

“Estar en la cima de este Mirador lo vale todo. Es sentir el aire fresco, dimensionar la grandeza que habita en Colombia y en especial esta área protegida, es poder disfrutar de la naturaleza, de ver un paisaje único y lo mejor es que aún lo podemos contemplar”, estas son las palabras de Faver Cerquera plazas, guardaparque técnico de restauración y de apoyo a temas de relacionamiento Campesino en el Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena. Él no esconde la felicidad de recorrer el Mirador y ver a lo lejos que 15 hectáreas del área protegida se han restaurado de la mano con la comunidad.

En cada temporada son más de 650 familias las que se benefician del turismo. “Mi papá fue de los primeros guías de la Sierra. Él acompañó a Andrés Hurtado, reconocido ambientalista, que puso en el radar internacional a Caño Cristales. Yo heredé el amor por la naturaleza  y ahora me dedico a la guía turística. Trabajamos con los guardaparques ya que ellos son autoridad ambiental y hacen un trabajo juicioso para que el turismo sea responsable y mitiguemos impactos negativos. Aún tenemos problemas  con la tala y la caza furtiva”, explica el guía Pedro Luis Herrera.

Para mitigar los impactos, desde el parque se realizan recorridos de prevención, vigilancia y control en los cuales “identificamos si los turistas transitan por los senderos autorizados o si por el contrario toman otras rutas que pueden maltratar las plantas nativas. Identificamos si dejan basura y así tomamos acciones para sensibilizar sobre el tema y la visita a un área protegida”, señala John Freddy Arias, quien apoya la línea de ecoturismo.

El guardaparques hace énfasis en el cuidado de la naturaleza, él es Macarenense y desde que tenía ocho años ha recorrido el parque y afirma que su belleza no es la misma y le inquieta que de no hacer un turismo responsable, después no haya vuelta atrás. Por eso es clave que si usted visita un área protegida siga las indicaciones de los guías y los guardaparques, que se lleve la basura que ingresa y por ningún motivo sacar animales o plantas, cada acción tiene una consecuencia en el ecosistema.

De ahí que la educación ambiental sea un pilar de la estrategia de conservación de Parques Nacionales Naturales de Colombia por eso, antes de ingresar al área hay una inducción que en este caso indica que: los turistas se pueden bañar solo en los lugares autorizados, jamás en donde esté La Macarenia (Rhyncholacis clavigera), la planta acuática que le da a Caño Cristales sus colores únicos y espectaculares. Ya con estas indicaciones el turista está listo para conocer el famoso tapete de Caño Cristales no sin antes, observar los brazos que lo nutren y las imponentes cascadas que forman esta maravilla natural.

Todo comienza en el mojón cero, este es uno de los puntos estratégicos para ingresar a todos los senderos ecoturísticos. “Caño Cristales se conforma de cuatro caños o “brazos principales”: Escondido, La Virgen, Los Pianos y El Águila. Estos se unen y forman el famoso tapete de Caño Cristales”, explica el guardaparque Héctor Fabián Liscano, quien conoce cada uno de estos atractivos y con su alegría hace que el recorrido sea más interesante.

Conoce los “brazos” que alimentan el icónico tapete de colores de Caño Cristales. Un recorrido por cuatro senderos llenos de vida, color y magia. Conoce Caño Escondido, Caño Virgen, Caño Pianos y Caño Águila: afluentes que dan vida a este maravilloso tapete natural, orgullo de Colombia.

En cada paso se siente la fricción de las rocas sedimentarias que son la gran mayoría del paisaje en La Macarena, son de tono negro con rayos rojizos. Se debe llevar un calzado de senderismo si no quiere salir con la suela de los tenis en la mano. El paisaje también se caracteriza por vegetación rupícola, plantas que crecen en la roca, no son tan altas entonces el sol inclemente acompaña toda la jornada, ahí el sonido del agua de las cascadas ya es algo refrescante. A medida que se avanza se oye el canto de los pájaros y se debe estar atento para poder avistar otros animales.

La primera parada se realiza en la formación rocosa de Los Ochos, ahí ya se puede ver las fuentes de agua que son las protagonistas en La Macarena, en este atractivo se puede hacer baño pasivo es decir, meter las manos y refrescarse el rostro. Así continúa la caminata hasta llegar al Coliseo Romano, nombre que se da por su similitud con el anfiteatro de la época del Imperio romano. Luego hay una pequeña cascada denominada Cascada Caro Cristal.

“En este recorrido podemos contemplar varias cascadas que son bellísimas, ahí se ve la Macarenia que ya está en todo su esplendor”,

indica Jerson Andrey Medina, del equipo de guardaparques de La Sierra de La Macarena. La planta acuática en los diferentes caños toma colores que pasan por el verde, café hasta llegar al púrpura.

Este recorrido puede tomar unas dos horas y allí está el primer lugar para bañarse completamente es todo un espectáculo. Se trata de la cascada Los Cuarzos. Imponente y majestuosa, parece un gigante que deja caer el agua con fuerza desde lo más profundo de la montaña. Es perfecta para darse un baño y sentir el poder de la naturaleza. Por lo general los turistas se quedan un buen rato refrescándose y tomando fuerzas para el tramo final, el camino al gran tapete. “Este lugar me recuerda mi infancia. Mi papá que es guía de turismo nos traía a recorrer el parque, nos bañábamos y pasábamos un buen plan en familia y hoy me emociona ser guardaparque y velar por su cuidado, aunque debo decir que antes era mucho más bonito”, recuerda Anyi Artunduaga Guerrero, guardaparque quien  apoya la línea de ecoturismo.

“Sin duda alguna era más bonito. Yo tengo ya 70 años, he vivido toda mi vida aquí, conozco el caño y lo que pasa es que hasta ahora valoramos lo que tenemos, antes uno se llevaba la planta para el florero pero se morían o en mi caso hasta cazaba tigres y tigrillos, eso no estaba bien pero así se dio la vida, hoy le apuesto al ecoturismo”, señala Gabriel* quien tiene un hotel y vive del ecoturismo y ahora habla de restauración y conservación.

Y aunque los lugareños digan que los colores no son tan intensos, la naturaleza se niega a darles la razón. Llegó la hora de conocer el gran tapete. Ahí, caminando por las rocas sedimentarias, con el sol intenso, está el gran Caño Cristales. Es casi imposible no maravillarse con los colores, con el sonido del agua, pero sobre todo con la grandeza de la naturaleza.

“Yo me enamoré de este parque, uno no se cansa de visitarlo y contemplar su belleza”, dice Natalia Torres, candidata a la Maestría en Hidrosistemas de la Pontificia Universidad Javeriana quien adelanta actualmente una investigación que consiste en el desarrollo de una herramienta ecohidráulica para realizar el monitoreo de la  (Rhyncholacis clavigera) y poder protegerla para que las generaciones futuras también se maravillen con su esplendor. El guardaparque Victor Andrés Guerrero concluye: “observar las plantas acuáticas cada seis meses es un recordatorio de la perfección y la belleza infinita de la naturaleza. Cada ciclo revela, una vez más, cómo este espectáculo puede ser tan majestuoso, armónico y profundamente inspirador que la vida nos regala”. Así damos inicio a la temporada 2025 de Caño Cristales.

Estos son los atractivos naturales y las actividades que pueden disfrutar quienes visiten el Parques Nacional Natural Sierra de la Macarena.