A 40 años de la erupción del volcán Nevado del Ruiz: educación ambiental y memoria para la resiliencia desde el territorio
Bogotá, – El amanecer del 13 de noviembre de 1985 fue distinto. En las alturas del Nevado del Ruiz o Kumanday (como lo llaman los pueblos originarios), la montaña despertó con una fuerza que cambió para siempre la historia del país. Por los cauces de los ríos Lagunilla, Gualí y Chinchiná descendieron flujos de lodo y fuego que transformaron el paisaje y la memoria de miles de familias. Armero, en el departamento de Tolima, quedó sepultado bajo una avalancha que aún resuena en la conciencia nacional.
Cuarenta años después, el Nevado del Ruiz sigue ahí, imponente y silencioso, recordándonos que habitar sus laderas es convivir con la naturaleza en toda su fuerza. El Parque Nacional Natural Los Nevados, donde el hielo conversa con los frailejones y los cóndores cruzan los vientos fríos de la alta montaña, simboliza esa relación entre lo comunitario y lo geológico, entre el hielo y el fuego, en un territorio que guarda historias de aprendizaje, prevención y respeto.
El Parque Nacional Natural Los Nevados alberga algunos de los ecosistemas más valiosos del país. Sus páramos, bosques altoandinos, lagunas y glaciares suministran agua a millones de personas en los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Tolima. Es un refugio de vida donde habitan especies emblemáticas como el cóndor de los Andes, el oso de anteojos y el venado cola blanca. Además, es territorio sagrado para pueblos indígenas que reconocen en el Ruiz una montaña viva, un ser espiritual que enseña equilibrio y respeto. Conservar este parque es cuidar la biodiversidad y la memoria natural y cultural del país.
Vivir junto a un volcán activo es cohabitar con el riesgo: una realidad cotidiana que nos recuerda la vulnerabilidad de la existencia humana y la urgencia de gestionar los riesgos de manera colectiva. En estos ecosistemas donde los glaciares se funden con las montañas, los páramos sostienen la vida y los ríos conectan la alta montaña con los valles, cada afectación repercute en las personas, en los demás seres vivos y en los delicados equilibrios ecológicos del territorio.
Desde 1985, Colombia fortaleció el monitoreo de sus volcanes activos. Hoy, el Servicio Geológico Colombiano (antes Ingeominas) vigila 25 estructuras volcánicas y actualiza diariamente sus estados de alerta, una herramienta vital para la prevención y la protección de la vida.
Proteger la vida en todas sus formas es una misión compartida. En este proceso, Parques Nacionales Naturales de Colombia ha tenido un papel esencial. En el Parque Nacional Natural Los Nevados, los equipos de guardaparques, los educadores ambientales y las comunidades aliadas desarrollan programas que enseñan a conocer el volcán, a respetar su fuerza y a entender el valor ecológico de los ecosistemas circundantes.
Los talleres, los recorridos pedagógicos y los encuentros comunitarios promueven una cultura de convivencia con la montaña, basada en el conocimiento, la prevención y la resiliencia.
Desde Parques Nacionales Naturales de Colombia honramos esa lección con compromiso, conocimiento y amor por la naturaleza.
Contacto de prensa:
Parque Nacional Natural Los Nevados educacionambiental.nevados@parquesnacionales.gov.co
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