Jóvenes indígenas lideran monitoreo en Chiribiquete

Jóvenes indígenas lideran monitoreo en Chiribiquete

20 de agosto de 2025
  • En el Resguardo Indígena El Itilla, el único traslapado en totalidad con el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, se puso en marcha la primera parcela piloto permanente del Sistema de Monitoreo Participativo de esta área protegida. Cinco monitores indígenas lideran este ejercicio junto con Parques Nacionales Naturales y la Sociedad Zoológica de Frankfurt, en el marco del Programa Legacy Landscapes Fund.

Guaviare — En el corazón del Resguardo Indígena El Itilla, al sur del Guaviare, el conocimiento ancestral y la ciencia caminan de la mano. Desde marzo, cinco monitores indígenas fueron capacitados para liderar la instalación y puesta en marcha de la primera parcela piloto permanente del Sistema de Monitoreo Participativo del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete (PNNSCH).

Este proceso, acompañado por Parques Nacionales Naturales, la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS) como parte del Programa Legacy Landscapes Fund (LLF), representa un ejercicio de articulación entre comunidades indígenas y organizaciones aliadas con el propósito de generar datos propios para fortalecer la gobernanza y la toma de decisiones con enfoque territorial.

Los monitores indígenas combinan su conocimiento ancestral con herramientas como GPS o fototrampeo. Por ejemplo, usan su sabiduría sobre el canto de las aves o cambios en el caudal del río y lo complementan con mapas y datos de monitoreo, promoviendo un diálogo intercultural para el cuidado de todas las formas de vida en la selva.

Los participantes en el proceso han recibido formación práctica y teórica en el uso de herramientas como cámaras trampa, micromolinete, aplicaciones móviles como eBird y Merlin, así como equipos botánicos. Con este conocimiento han comenzado a registrar la biodiversidad de su territorio, identificando en los primeros ejercicios 98 especies de aves, 17 especies de mamíferos y 175 ejemplares de flora. Lo anterior permite consolidar un inventario clave para el monitoreo de la estructura y composición del bosque a largo plazo.

Además, el seguimiento que han hecho del caudal del río Itilla ha evidenciado variaciones estacionales significativas —desde 4 hasta más de 70 m³/s— lo que resalta su importancia como afluente estratégico de la cuenca amazónica. Esta información no solo tiene un valor ecológico, sino que será vital para la planificación comunitaria del uso del suelo, la caza y la pesca.

Más allá de los datos, el ejercicio es una apuesta por el fortalecimiento del liderazgo indígena en el cuidado del territorio. Los conocimientos adquiridos por los monitores serán compartidos con sus comunidades a través de estrategias de educación ambiental e intercultural, especialmente dirigidas a jóvenes para fomentar la continuidad del proceso.

“Este piloto demuestra que conservar también es un acto de reciprocidad con quienes han habitado estos territorios desde siempre. Al apoyar a las comunidades para monitorear su entorno, se fortalece su plan de vida y su papel como guardianes del bosque”, señalan desde los equipos de PNNSCH y la SZF.

La parcela piloto de El Itilla marca un precedente de trabajo colaborativo intercultural, enseñar a “hacerlo bien”, como dicen los propios participantes, es el primer paso para construir una conservación sostenible y en paz con la naturaleza.