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Restaurando bosques y paisajes forestales en apoyo al Desafío de Bonn

El primer día del Congreso Mundial de la Conservación UICN, Hawái 2016, abrió sus discusiones con un espacio dedicado a “La restauración de bosques y paisajes forestales”, que constituye un paso importante para recuperar la funcionalidad ecológica de estos ecosistemas y mejorar los medios de vida de las personas que dependen de ellos.

Según cita el portal de la UICN, la Restauración de Paisajes Forestales apunta a la recuperación de los servicios ecosistémicos de bosques y tierras agrícolas en un amplio mosaico de usos de tierra y a satisfacer las necesidades actuales y futuras del uso de la tierra, a través de diferentes procesos como nuevas plantaciones forestales, regeneración de manejo natural, agroforestría, o mejoras en el manejo de la tierra; resaltando así los beneficios múltiples relacionados como el secuestro de carbono, la oferta de productos maderables y no maderables, la producción de energía por biomasa, la filtración de agua potable, la conservación de suelo y agua, el incremento de la productividad de los suelos, el control de la erosión y la mejora de la conservación de la biodiversidad, entre muchos otros.

De acuerdo al análisis global de restauración potencial llevado a cabo por la Alianza Mundial para la Restauración del Paisaje Forestal -GPFLR por sus siglas en inglés-, existen 500 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas en América Latina, las cuales representan oportunidades para la restauración.

Miembros de la GPFLR brindan apoyo técnico y político para la definición e implementación de los compromisos del Desafío de Bonn en varios países en el mundo.

Programas multinacionales como la Iniciativa de Restauración (TRI, por sus siglas en inglés), apoyado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y liderados por la UICN en asociación con PNUMA y FAO, se encuentran catalizando procesos de implementación y ofrecen modelos de colaboración.

En este contexto, el Desafío de Bonn es un esfuerzo global para restaurar 150 millones de hectáreas de tierras degradadas y deforestadas hasta el 2020 y 350 millones de hectáreas hasta el 2030, la meta para 2020 fue lanzada inicialmente en 2011, en un evento de alto nivel en la ciudad de Bonn organizado por el Gobierno de Alemania y la UICN, y fue posteriormente respaldada y ampliada hasta el 2030 por la Declaración de Nueva York sobre Bosques en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en 2014.

Las plataformas regionales como AFR100 de África, Iniciativa 20×20 de América Latina, y esfuerzos internacionales como la Iniciativa de Restauración de Ecosistemas Forestales del CDB y el Mecanismo RPF de FAO también contribuyen al Desafío de Bonn.

UICN colabora con los socios de RPF para reunir conocimientos, desarrollar y aplicar herramientas, y construir capacidades; mientras que apoya a los responsables de formular políticas, investigadores y propietarios de tierra alrededor del mundo. UICN y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés) han desarrollado también el análisis metodológico de oportunidades de restauración (ROAM) con pasos prácticos para que diversos actores puedan restaurar paisajes forestales a cualquier escala.

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