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Portafolio de nuevas áreas y ampliaciones del ámbito de gestión nacional, liderado por Parques Nacionales Naturales de Colombia

Parques Nacionales de Colombia avanza en la consolidación de cinco (5 procesos de nuevas áreas y la ampliación de tres (3) áreas administradas por Parques Nacionales Naturales de Colombia, siguiendo la ruta declaratoria aprobada mediante resolución 1125 de 2015

  • SERRANÍA DE SAN LUCAS
  • Es uno de los macizos montañosos más inexplorados de Colombia, separado de la cordillera de los Andes, que se encuentra ubicado en el Departamento de Bolívar (municipios de San Pablo, Cantagallo, Simití, Santa Rosa del Sur, Montecristo, Arenal, Río Viejo, Morales, Tiquisio y Norosí) y del departamento de Antioquia (municipios El Bagre, Remedios y Segovia),

    La Serraniía de San lucas está aislada unos 100 km del complejo de los Andes, ubicándose en la zona de transición entre la región montañosa Andina y la planicie del Caribe. Presenta un gradiente altitudinal que va desde el nivel del mar hasta los 2700 metros de altitud, con coberturas vegetales dominadas por selvas húmedas frecuentemente nubladas.

    Cuenta con una gran variedad de suelos y un relieve montañoso que son determinantes en la composición hídrica y la formación de distintos cinturones de vegetación que la hacen un sitio de especial diversidad biológica. Es así como se presume que, en la zona, se encuentra una gran cantidad de endemismos y especies de afinidad Andina, pero también cuenta con elementos del Pacífico y de la Amazonia (Castaño et al., 1999).

    La Serranía de San Lucas es un área de prioridad global para la conservación ya que hace parte del hotspot de biodiversidad de los Andes tropicales (Myers et al., 2000). En 2008, fue incluida como Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA- CO034) por BirdLife International, debido al elevado número de especies de aves amenazadas de extinción y con estrecho rango de distribución presentes en la zona (Devenish et al., 2009; BirdLife International, 2015). De las 587 especies registradas en el área, 10 son endémicas de Colombia y 10 revisten algún grado de amenaza de extinción a escala nacional o global (PNN y WCS, 2015). A su vez, el AICA San Lucas se ubica dentro del Área de Aves Endémicas (EBA) Tierras Bajas de Nechí (EBA-037) (Salaman y Donegan, 2001).

    En la Serranía de San Lucas se ubica un remanente de bosque continuo extenso, considerado el hábitat con mayor potencial para mantener poblaciones viables en el norte de Colombia. La biodiversidad registrada en la Serranía incluye 1093 especies de plantas, 71 géneros o morfotipos de macroinvertebrados acuáticos, 45 especies de escarabajos coprófagos, 185 de mariposas, 129 de peces, 69 de anfibios, 62 de reptiles, 587 de aves y 191 de mamíferos (PNN y WCS, 2015).

    Del total de especies registradas durante las caracterizaciones biológicas realizadas en el marco de la implementación de la ruta para el establecimiento de un área protegida en la zona, se identificaron nuevas especies o subespecies para la ciencia, entre las cuales se destacan cuatro especies de mariposas (Perrhybris sp. nov., Perrhybris sp. nov., Perrhybris sp. nov. y Euptychia sp.), dos subespecies de mariposas (Dismorphia amphione ssp. nov., y Opoptera aorsa ssp. nov.), una nueva especie de lagarto de colores (Cnemidophorus sp. nov.) (Arias y Bolívar, en prensa), además de tres subespecies nuevas en el grupo de las aves (Basileuterus tristriatus sanlucasensis, Henicorhina leucophrys ssp. nov., Ocreatus underwoodi ssp. nov.). También, se encontró una especie que había sido recientemente descubierta y que fue descrita en 2015: la rana Craugastor metriosistus (Ospina-Sarria et al., 2015).

    Ante las presiones antrópicas por diferentes actividades extractivas se ha impulsado de manera continua la construcción de estrategias de conservación que permitan garantizar la permanencia de los valores biofísicos y socio-culturales del área, adaptándose al contexto regional y a las condiciones históricas del territorio.

     

    REGIÓN DE LA ORINOQUÍA

    1. PARQUE NACIONLA NATURAL SERRANÍA DE MANACACIAS

    Ubicado en el Departamento del Meta en el municipio de San Martín. Cuenca del Río Manacacías.

    Dentro de la región del Orinoco, la cuenca del río Manacacías presenta una amplia diversidad de ambientes acuáticos y terrestres resultado de diferentes factores, como fluctuaciones periódicas en el nivel del agua y un extenso sistema de ríos, caños y otros cuerpos de agua menores. Esto, junto con el alto y bajo relieve topográfico de la cuenca, origina un ambiente complejo en el que emergen condiciones tanto riparias como lacustres. Estos ensambles incluyen varios ecosistemas con plantas particulares que son refugio de la fauna silvestre. Dentro de esta cuenca, la región conocida como la serranía de Manacacías es considerada una zona de transición entre las grandes selvas de la Amazonía y las extensas sabanas de la Orinoquia. Reviste un especial interés biológico, por su posición biogeográfica y por su estado de conservación, a pesar de los sistemas productivos asociados a la economía de la región, lo cual enmarco la necesidad de alcanzar acuerdos a partir de diálogo social con propietarios y ocupantes, garantizando la interrupción de la actividad ganadera mediante el saneamiento predial.

    La zona presenta un tipo de vegetación típica de pastizales de sabanas no inundables de altillanura con árboles y arbustos dispersos, así como sabanas bajas y sabanas húmedas. Se encuentran interfluvios angostos, con alta densidad de bosques de galería y morichales, estos bosques presentan elementos típicamente orinocenses intercalados con algunos elementos amazónicos y de la Guayana; el paisaje local está dominado por una matriz de sabanas y sabanas arboladas, con parches de diferentes tamaños de hábitats arbóreos. La mayoría de las especies registradas en estas sabanas (venados, dantas, armadillos, saínos y cafuches) también hacen uso de las coberturas arbóreas como lugares de refugio diario, refugio permanente en las épocas de quema y lugares de alimentación durante los tiempos de fructificación; dinámica que resulta en constantes flujos de energía y materia entre las diferentes coberturas, interconexión necesaria para la preservación tanto de la matriz, como de los diferentes parches de vegetación inmersos en ella. Mostrando de nuevo la necesidad de desarrollar un plan de conservación integral del ecosistema, el cual debe incluir porcentajes significativos de cada una de estas coberturas y asegurar la preservación y maximización de los procesos existentes.

    En el  marco de la ruta declaratoria, fue posible contar con información primaria de toda el área a declarar, que se evidencia en los muestreos y análisis del Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (2019), WWF-Fundación Omacha (2018) y la Fundación Puerto Rastrojo (2014),  registrando especies como la danta (Tapirus terrestris), el ocarro (Priodontes maximus), la nutria (Pteronura brasiliensis) y el jaguar (Panthera onca). Estas  especies  son objeto de conservación a nivel nacional, donde la protección de esta área constituye una importante acción para asegurar su permanencia dentro de la cadena trófica siendo un componente biótico esencial en el área.

    Dentro del análisis de la riqueza biológica del área de conservación propuesta, la Serranía de Manacacías se ubica estratégicamente en una región con alta riqueza de especies y sensibilidad ambiental media, que se traduce en un área con un alto valor de importancia para la conservación de la biodiversidad.

     

    1. SELVAS TRANSICIONALES DE CUMARIBO

    Ubicado en los Departamentos del Vichada y Guainía, en el  municipio de Cumaribo y el corregimiento de Barrancominas, respectivamente; entre los Ríos Vichada y Guaviare, particularmente en el interfluvio de Caño Chupave y Río Cadá.

    El área de referencia para las Selvas Transicionales de Cumaribo es una región que comprende ecosistemas estratégicos no representados en el SINAP, conectados por sabanas y bosques naturales con bajos niveles de intervención y que recoge la transaccionalidad entre la selva húmeda tropical del Amazonas y los llanos orientales del país, lo cual la reviste de singular importancia.

    Se ha determinado la influencia de tribus indígenas como Makaguane, Kuiba, Güahibo, Sikuani, Curripacos y Piapocos.  Los cabildos de los resguardos Flores Sombrero (al interior del polígono propuesto), Chigüiro, Murciélago – Altamira, Pueblo Nuevo – Laguna Colorada, Minitas – Miralindo y Laguna Curvina – Sapuara hacen parte de la Asociación de Cabildos Unidos Indígenas del Guainía y Vichada, ASOCAUNIGUVI, lo cual representa un gran valor cultural para el área.

    El área propuesta se enmarca en el sector medio del tránsito paralelo de los ríos Vichada y Guaviare en su camino hacia el río Orinoco. La interacción entre estas dos grandes cuencas se da a través de unos caños de regímenes estacionales, donde sobresalen algunos cuerpos permanentes como los ríos Cada, Uva y Chupabe (UNUMA 2008). Se asocia a estos cuerpos una alta diversidad de especies, entre estos se encuentra una gran riqueza de aves, mamíferos y reptiles. Para el caso de insectos se halló 26 morfoespecies de coleópteros coprófagos. En mariposas (Lepidoptera: Papilionoidae & Hesperioidae) se han encontrado 198 especies, de las cuales 15% son de distribución amazónica, 6% son exclusivas del Escudo Guayanés, 18% se distribuyen del Escudo Guayanés a la base de la Amazonia, 2% son endémicas para Colombia (Villarreal-Leal et al. 2009); se registran tres especies de mariposas de las 350 conocidas como endémicas para Colombia. Las especies Adelpha plesaure, Cyrenia martia, Eunica tatila e Hyphilaria parthenis, que son de difícil registro, fueron encontradas en bajos números en la zona (Lasso et al. 2010). En relación con las hormigas, la gran importancia de las selvas transicionales de Cumaribo se observa en la presencia de Heliconius numata, Opsiphanes cassina, que son especies consideradas por Salazar (1995), Fagua et al. (1999) y Quintero et al. (2007) como indicadoras de una comunidad de bosques primarios poco intervenidos (WCS, 2015; Rangel et al., 2019).

     

    1. SABANAS Y HUMEDALES DE ARAUCA

    Los ecosistemas presentes en las Sabanas y Humedales de Arauca son únicos y vulnerables y no se encuentran representados dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas – SINAP, corresponden al distrito biogeográfico Arauca-Apure el cual se encuentra en omisión. Dentro de este polígono se ubican dos resguardos indígenas, el más extenso denominado San José de Lipa con 3.767 ha aproximadamente y el resguardo La Ilusión con 844 ha. El área de Sabanas y Humedales de Arauca está enmarcada y modelada por las cuencas de los ríos Ele, Cravo, Lipa y Cuiloto y se ubica dentro de una de las áreas prioritarias para conservación y uso sostenible de la cuenca del Orinoco.

    En el área se ubican 9 biomas de los 399 establecidos por el IavH en el mapa de ecosistemas 1:100.000 del año 2017, de los cuales, los que ocupan mayor extensión son: helobioma Arauca Amazonia y Orinoquia el cual representa el 47% del área total, seguido por el peinobioma Arauca con 37% de la superficie.

    De otro lado, el área presenta altos valores de biodiversidad, representados en 635 especies de plantas, 82 especies de insectos, 102 especies de peces, 163 especies de aves, 198 especies de reptiles y anfibios, y 68 especies de mamíferos registrados en la caracterización biológica realizada por la Fundación Orinoquia Biodiversa (FOB) 2014 y 2015. Entre las especies reportadas en el área, se destacan: Ganso del Orinoco (Neochen jubata), Perro de agua (Pteronura brasiliensis), Tapir (Tapirus terrestres), Pantera/Jaguar (Panthera onca), Delfín de río/Tonina (Inia geoffrensis), Caimán llanero (Crocodylus intermedius) (Rangel et al., 2019).

     

    REGIÓN ANDINA

    1. ECOSISTEMAS SECOS DEL PATÍA

    Ubicado en el Departamento del Cauca en los municipios de Balboa, Bolívar, Mercaderes, Patía, El Tambo y Sucre y en el Departamento de Nariño en los municipios de Policarpa, Leiva, El Rosario, El Peñol, Linares, El Tambo, San Lorenzo, Chachagüi, Cumbitara, Sotomayor, Taminango, La Florida, La Unión, Sandoná y Buesaco, Cuenca del Río Patía.

    El Bosque seco tropical se distribuye en diferentes tipos de valles, labrados por afluentes del río Patía, su carácter subxerofítico se debe al efecto de sombra de lluvias ocasionado por la elevada altitud de la Cordillera Occidental, contra la que chocan los vientos húmedos provenientes del Pacífico. El enclave subxerofítico del río Patía que comprende el ecosistema de bosque seco tropical es una prioridad ecosistémica identificada en la escala global, de acuerdo con Dinerstein et al., (2017) a partir de la revisión del mapa original de eco regiones del mundo de Olson et al., (2001), y por supuesto a escala nacional. Dentro de las áreas que cubre el bosque seco en Colombia, el valle del Patía en los departamentos del Cauca y Nariño, ha sido una de las áreas de mayor intervención y donde mayor deterioro ha sufrido este tipo de bosque. De hecho, en esta región queda tan sólo entre un 0,2 y 0,6% de la cobertura original de bosque seco (García et al. 2014). El promedio de tamaño de fragmento de bosque para esta región es de apenas un poco más de 28 ha, y no se registran bosques maduros en toda el área (Pizano et al. 2016).

    Las Unidades de Análisis Ecosistémicas que se encuentran al interior son las siguientes: Aguas continentales naturales del Orobioma azonal del Valle del Patía, Arbustales del Orobioma azonal del Valle del Patía, Vegetación secundaria del Orobioma azonal del Valle del Patía y zonas desnudas del Orobioma azonal del Valle del Patía. A partir de los diferentes análisis por unidades se infiere que son ecosistemas insuficientemente representados en el SINAP.

    El valle del río Patía, drenado por el río de su mismo nombre, es un enclave seco que forma parte de los valles longitudinales interandinos colombianos, localizado en los departamentos de Cauca y Nariño, entre los 570 y los 1.300 msnm; este territorio está conformado por colinas de origen sedimentario y formaciones aluviales de los ríos Patía, Guachicono, San Jorge; y los abanicos aluviales de Piedra Sentada, El Estrecho y Galíndez. Este territorio presenta temperaturas promedio mayores a 24°C y precipitaciones entre 500 y 1000 mm anuales (IAvH-GAIA. 2013). Los fragmentos de Bosque seco tropical se distribuyen en diferentes tipos de valles, labrados por afluentes del río Patía, su carácter subxerofítico se debe al efecto de sombra de lluvias ocasionado por la elevada altitud de la Cordillera Occidental, contra la que chocan los vientos húmedos provenientes del Pacífico.

    La región tiene diferentes patrones de asentamientos de comunidades campesinas y negras quienes viven una realidad de exclusión, pobreza y la sequía; presentándose procesos migratorios en busca de oportunidades al Putumayo, Valle del Cauca, Ecuador, Costa Pacífica y al interior del país; otros buscan oportunidades en las ciudades.

    En el valle del Patía se han encontrado piezas de cerámica, líticos, objetos de metal (oro, cobre, tumbaga), y ollas, entre otros, los cuales confirman la presencia de una región arqueológica rica en abundancia de materiales y representatividad, pero muy poco investigada. Así, esta zona puede representar una de las regiones de bosque seco con mejores registros de la historia de ocupación humana, y una oportunidad única de estudiar cómo ha sido la relación de las sociedades humanas con este tipo de bosque.

    El área propuesta para el proceso de conservación de los Ecosistemas Secos del Patía, está sometida a presiones como fragmentación del hábitat, ampliación de frontera agropecuaria, ganadería extensiva, dinámica de degradación y desertificación, explotación de hidrocarburos, minería, proyectos de desarrollo de infraestructura, sobre un ecosistema frágil, degradado y con una población en condiciones de pobreza extrema.

     

    PROCESOS DE AMPLIACIÓN

    Por otro lado, Parques Nacionales avanza en la determinación de la viabilidad de la ampliación del Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, el Santuario de Fauna Acandí, Playón y Playona, Parque Nacional Natural Chingaza, Parque Nacional Natural Tatamá, los cuales están en diferentes niveles de avance.

     

    REGIÓN CARIBE

    1. PARQUE NACIONAL NATURAL SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA

    Ubicado en los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar, cuenta con una iniciativa de conservación construida conjuntamente con los equipos técnicos de los pueblos Kogui y Arhuaco, que recopila toda la información biofísica, socioeconómica y cultural.

    Los ecosistemas naturales asociados a los distritos Aracataca, Caracolicito, Marocaso son: Bosque Húmedo Subandino, Bosque seco tropical, Bosque Húmedo Alto Andino, Bosque Galería Tropical, Vegetación Semiárida Subandina, con lo anterior, se busca incorporar 2 unidades actualmente en omisión en el SINAP: Orobioma Subandino Ariguaní-Cesar, Hidrobioma Estribación sur Sierra Nevada de Santa Marta según el análisis con la capa del IAvH.

    Desde el año 2017 se establecieron equipos técnicos de los pueblos indígenas Kogui y Arhuaco para avanzar de manera conjunta con Parques Nacionales en la implementación de la ruta de declaratoria de ampliación del área protegida. Se han realizado espacios de diálogo permanentes para la construcción de la propuesta de ampliación con comunidades indígenas del área de referencia para la ampliación; así como con comunidades y familias campesinas vinculadas al área. Como resultado se cuenta con acuerdos de conservación y compra de mejoras a campesinos y colonos (ANT y resguardos indígenas) que se encuentran dentro de la propuesta de ampliación del PNN SNSM.

     

    2. SANTUARIO DE FAUNA ACANDÍ, PLAYÓN Y PLAYONA

    Este Santuario se encuentra ubicado en el Caribe Chocoano, municipio de Acandí, la iniciativa de conservación para una posible ampliación abarca hasta la frontera marítima y terrestre con Panamá (en Cabo Tiburón), esta valoración ha sido concertada en espacios de trabajo con los consejos comunitarios de COCOMANORTE, COCOMASECO y COCOMASUR.

    Teniendo en cuenta el valor de los ecosistemas asociados a la anidación de las tortugas marinas Caná (Dermochelys coriácea), Carey (Eretmochelys imbricata), se incluye sitios estratégicos (arrecifes de coral, pastos marinos y playas) para otras fases de su ciclo de vida como la alimentación, tránsito y descanso, cobijando , otras especies, resaltando tortugas marinas como la tortuga boba (Caretta caretta)  y la tortuga verde (Chelonia mydas), delfines (Tursiops truncatus, Stenella frontalis, Sotalia guianensis) y peces de importancia comercial para las comunidades que hacen uso del área mediante la pesca artesanal  como Sierra (Scomberomorus sp), mero (Epinephelus itajara) y el pargo (Lutjanus sp).  

     

    REGIÓN ANDINA

    3. PARQUE NACIONAL NATURAL CHINGAZA

    Este PNN que surte de agua a Bogotá y a otros municipios trabaja en la ampliación hacia un núcleo de conservación de bosques altoandinos y andinos sobre los municipios de Junín y Gachalá al norte de la zona central del Parque, que se conoce actualmente como el abdomen de la mariposa (dada la forma del polígono actual del Parque).

    Se resaltan los ecosistemas de Bosque Altoandino y Subandino presentes en ambos municipios que contribuyen en la conectividad de los extremos oriental y occidental del parque, ante el riesgo de la baja conectividad que existe al centro del parque actual, de esta manera salvaguardando los corredores biológicos de especies como el puma (Puma concolor), el Oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y el venado de páramo (Mazama rufina), sin mencionar la alta diversidad al interior del parque que se ve representada en varias especies endémicas y con grados de amenaza. Además de ello, dentro del área de ampliación nacen ríos importantes para la región como el río Farallones y el río Murca, ríos que alimentan la central eléctrica del Guavio, y que a su vez aprovisionan hidrológicamente a la cabecera municipal de Gachala.

    La expedición biológica realizada por el equipo del PNN Chingaza en conjunto con la Universidad Nacional de Colombia y Wildlife Conservation Society (WCS) en 2019, arrojó como resultado que era necesario implementar estrategias de conservación en la zona con función amortiguadora de Gachalá y Junín, dando respuesta al objetivo de conservación No.1 del PNN Chingaza que es. “Contribuir en el mejoramiento de la continuidad de los ecosistemas andino-orinocenses presentes en el PNN Chingaza para la protección de hábitat de las especies de fauna y flora y la oferta de servicios ecosistémicos”.

     

    4. PARQUE NACIONAL NATURAL TATAMÁ

    La ampliación comprende varios puntos en el área de influencia del área actual del parque, siendo el más amplio el ubicado en las selvas húmedas y bosques andinos del departamento del Chocó, colindando con los consejos de comunidades negras de Condoto y Novita, otros puntos de ampliación están ubicados sobre el flanco oriental del parque en el departamento de Risaralda y otro al sur del parque sobre el departamento de Valle del Cauca.

    Los principales ecosistemas para conservar son bosques andinos, altoandinos y páramo. La importancia de ampliar el PNN Tatamá se define por la condición de representatividad que deriva de un ecosistema que por sus características biogeográficas, biofísicas, su buen estado de conservación, su papel en el mantenimiento de las comunidades de fauna y flora con alta diversidad, endemismo y refugio de especies en algún grado de amenaza permiten el flujo entre poblaciones de especies contribuyendo a la conectividad biológica entre el PNN Tatamá, La Serranía de los Paraguas y la Cuchilla de San Juan, mejorando la representatividad del orobioma Subandino Estribaciones Pacífico Norte que actualmente tiene baja representatividad y de igual manera del Orobioma Subandino Vertiente Pacifico-Chocó cuya representatividad actualmente es media en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

    Documentos anexos

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