Ecosistemas
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En el Parque Nacional Natural Paramillo se ven representados varios ecosistemas partiendo de la selva húmeda tropical hasta el páramo.

La selva húmeda se localiza por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel del mar y sus características principales son las abundantes precipitaciones durante la mayor parte del año y su exuberante biodiversidad. Alrededor de unas 254.719 hectáreas del Parque pertenecen a este ecosistema, abarcando el 47.83% del área protegida. El Paramillo contribuye al almacenamiento y fijación de más de 50 millones de toneladas de carbono y a la regulación hídrica del departamento de Córdoba con sus principales cuencas de los ríos Sinú y San Jorge.

El Bosque Húmedo Subandino se encuentra entre los 1.200 y 2.700 metros sobre el nivel del mar, se caracteriza por presentar un estrato arbustivo poco desarrollado, herbáceo denso y forestal dominante. Estos bosques funcionan como un ecosistema transicional entre la selva humedad y los bosque altoandinos y páramo, aportando a la regulación hídrica, el almacenamiento y fijación de carbono. En el área protegida, este ecosistema ocupa el 42,42% de su extensión, abarcando aproximadamente unas 225.845 hectáreas. Entre las especies de flora más representativas de este bioma se encentran las epífitas, las cuales están representadas en musgos, hepáticas, líquenes, orquídeas y bromeliáceas.

El Bosque Húmedo Alto Andino, también conocido como bosque de niebla se ubica en la parte alta de las montañas andinas por encima de los 2.700 metros sobre el nivel del mar. Dentro del área protegida, su extensión abarca el 9,41% de su superficie extendiéndose aproximadamente por unas 50.333 hectáreas. Este bioma se caracteriza por presentar árboles relativamente bajos, con hojas en promedio pequeñas, y con el sotobosque muy denso, a veces impenetrable. Las ramas y troncos suelen estar cubiertos por una gran cantidad de plantas epífitas, como musgos, bromelias y orquídeas.

El Páramo es el ecosistema tropical de montaña con importantes funciones ecológicas y ambientales como la regulación del ciclo hidrológico, el almacenamiento de carbono atmosférico, y su posición como corredor biológico para diversas especies de flora y fauna. Este ecosistema está representado por el Cerro de Paramillo el cual se ubica en el extremo sur del Parque, con una elevación de 3.960 metros sobre el nivel del mar y ocupa 1.564 hectáreas equivalentes al 0,34% del área protegida. Además de su belleza paisajística, el Páramo de Paramillo es fundamental en la regulación hídrica de las cuencas de los ríos Sinú, San Jorge, Atrato (representado por el río Sucio) y Cauca (representado en los ríos Peque, Ituango y Tarazá).

 

Otros sistemas ecológicos singulares del PNN Paramillo

 

Además de los biomas el Parque Nacional Natural Paramillo cuenta con sistemas ecológicos singulares como los humedales constituidos por ciénagas, pantanos, madreviejas y el conjunto de meandros que interconectan el complejo cenagoso que se encuentran en las cuencas altas de los ríos Manso y Tigre, en el bioma de selva húmeda tropical. Ciénagas como el Barrial y el Carmen que tienen una extensión total de 500 hectáreas forman parte de este complejo de humedales, que periódicamente inundan bosques naturales, registrándose allí la presencia de rodales puros de cativo (Prioria Copaifera). Este tipo de ecosistemas es despensa y hábitat permanente de jaguares, pumas, cerdos de monte entre otros.

 

La formación vegetal de Quercus Humboltdii (roble de tierra fría o de montaña) en el complejo montañoso del Cerro Murrucucú conforma rodales puros de montaña (Quercus humboldtii Bonpl) en pisos altitudinales inferiores con relación  a otras formaciones vegetales de roble en el país. La presencia de estas poblaciones de robles en el parque, se convierten en las más septentrionales de la cordillera  occidental y  constituyen  un referente importante para entender la evolución y distribución geográfica de la especie.

 

En el cerró Flecha nace la quebrada Flecha, lugar que presenta muy buenas coberturas vegetales y es refugio de una importante muestra de la biodiversidad presente en el Parque Nacional Natural Paramillo.

El Cerró Murrucucú es considerado un enclave biológico en el cual nacen múltiples quebradas y el Río Manso. El lugar cuenta con una gran biodiversidad reportada en importantes inventarios biológicos en diferentes sectores.

Además de los cerros antes mencionados, se reconocen también como sitios singulares de biodiversidad, el Alto del Oso y los cerros Tatamá y Sombrerito. Estos lugares son de gran valor puesto que en ellos nacen importantes quebradas y son referentes culturales de las poblaciones indígenas y campesinas que habitan al interior del área protegida.