Esta área protegida alberga una inmensa diversidad de especies de fauna y flora, continental y marina, que la hacen parte de los “Hot Spots” (sitio de alta concentración de biodiversidad) de la conservación de la naturaleza a escala planetaria.
Cali, 4 de agosto 2020. Hoy se cumple una década de la creación del Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga, y desde entonces se ha venido gestando un proceso permanente de construcción y toma de decisiones conjuntas entre los consejos comunitarios y Parques Nacionales, para lograr la planeación y manejo del área protegida, fundamentada en los principios legales y los derechos ancestrales de las comunidades negras y en la corresponsabilidad y la armonización de los instrumentos de planificación que integra la gobernanza del territorio y la cultura, orientado al desarrollo propio de las comunidades y la conservación de la biodiversidad.
Esta área protegida de 50.537 hectáreas ubicadas en la porción media de la Costa Pacífica Colombiana, jurisdicción del Distrito Especial de Buenaventura, es un escenario fundamental para la reproducción y crianza de la ballena jorobada, la conservación de aves marinas y playeras, tortugas marinas, peces estuarinos y marinos y crustáceos marinos, entre otros; hasta el momento se ha reportado para el área 1.396 especies en 9 grupos de animales y plantas.
El Parque Natural contiene parte de la riqueza natural del Pacífico Colombiano, que se complementa con su inmensa diversidad cultural, debido a la presencia de comunidades negras y pueblos indígenas en la zona, que han alcanzado un importante grado de organización social en su relación ancestral con el territorio y cuyas prácticas culturales contribuyen sustancialmente a la conservación de sus ecosistemas.
Después de 10 años el área protegida continúa trabajando para garantizar los beneficios ambientales que brindan los ecosistemas marinos y costeros y las especies asociadas, necesarias para el bienestar y calidad de vida de las comunidades negras y su territorio y de esta manera contribuir al fortalecimiento de la dinámica cultural y la organización social de las comunidades y otros pobladores locales, que desde el conocimiento tradicional aportan estratégicamente a la conservación de la biodiversidad y el manejo del territorio.
