El visitante podrá relacionarse también con los habitantes de los alrededores del Parque, gente cálida de origen campesino, y disfrutar de su comida típica, sus productos artesanales y sus servicios de guianza. En su mayoría, los habitantes son descendientes del proceso migratorio conocido como la colonización antioqueña, iniciado a mediados del siglo XIX. Prácticamente la mayoría de las familias procede de los departamentos de Caldas, Risaralda y Tolima; luego le siguen Cundinamarca y Boyacá. Las poblaciones dentro del área protegida, como en su zona de amortiguación, son representantes de la cultura paramera, quienes son reconocidos por sus mejillas rosadas por el viento y el sol de la montaña. Una característica de la cultura paramera y el estilo de vida en el páramo, se experimenta y fortalece en la cocina de las viviendas. Las cocinas de las casas en la alta montaña son ejes centrales de encuentro e interacción, donde se entreteje el quehacer diario y las historias de vida de los ocupantes.