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Koguis recuperan un centro de gobierno tradicional y cuidan especies vulnerables para conservar su cultura y la naturaleza en la Sierra Nevada de Santa Marta

Como parte de las actividades del Apoyo Presupuestario Desarrollo Local Sostenible, el Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta respalda a indígenas de esta etnia para fortalecer su gobernanza, la economía y la protección de los bosques.

Para los indígenas kogui, su territorio ancestral es de gran importancia para la preservación de la cultura y la vida en la tierra, por eso se refieren a la Sierra Nevada de Santa Marta como el corazón del mundo. El territorio es un lugar que ellos comparan con el cuerpo humano, por eso explican que los ríos y las fuentes de agua son la sangre que irriga todo este organismo natural en el que las montañas y las plantas se consideran entidades sagradas.

Son todos los pueblos indígenas de la Sierra los que siempre han pensado que son guardianes del estado ambiental de la Tierra y por eso se hacen llamar los ‘hermanos mayores’. Todos los demás solo podemos considerarnos sus hermanos más pequeños.

Tal vez pensando en esa responsabilidad de preservar la vida en el planeta, es que 30 familias de la etnia se han empeñado en fortalecer el modelo de manejo ancestral del territorio que habitan, apoyándose en procesos de trabajo conjunto que han adelantado los cabildos indígenas de la Sierra con Parques Nacionales de Colombia, para generar procesos de gobernanza del territorio, es decir, para definir cómo se afianza la forma en la que se dirige y se organiza el lugar en el que viven.

En ese sentido, esos 30 grupos familiares se han vinculado al Apoyo Presupuestario Desarrollo Local Sostenible que financia la Unión Europea (DLS-EU), en este caso desde el Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, para fortalecer su sistema de gobierno, la economía interna y la protección de los bosques.

Recuperan el sistema de gobierno tradicional

En los procesos de construcción conjunta de los instrumentos de planeación y manejo del Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta y el Parque Nacional Natural Tayrona, los cuatro pueblos de la Sierra han aportado conceptos en el tema de conservación del territorio, que han permitido entender la Sierra Nevada de Santa Marta como un paisaje biocultural.

Esto les ha permitido reconocer que al fortalecer los procesos de recuperación cultural se permitirá, a mediano y largo plazo, resguardar los paisajes naturales del área protegida y el territorio ancestral. Para conseguirlo, se está trabajando en recuperar el sistema de gobierno tradicional.

El DLS se ha involucrado con este empeño apoyándolos en la construcción de una casa ceremonial que funciona como un centro de gobierno propio y que ellos llaman Nujwé (la casa de los mamos). Este es un lugar sagrado para tomar decisiones, afinar las relaciones sociales y políticas. También funciona como un centro de trasmisión de conocimiento a las generaciones más jóvenes.

Por su seguridad alimentaria

Otra de las líneas de trabajo en busca de la recuperación del sistema de gobierno tradicional es fortalecer la economía interna del pueblo kogui, que contempla la consolidación de cultivos de pancoger y la recuperación de una gran diversidad de semillas de uso tradicional que son la base de su seguridad alimentaria en determinadas épocas del año.

Para esto último, han sido apoyados con herramientas de carpintería y agricultura para que afiancen sus sistemas productivos tradicionales como el cultivo de plátano, ñame, aguacate, diferentes variedades de fríjol y tubérculos. Recibieron machetes, piedras de afilar, carretillas, cuchillos, calderos, molinos y palas. Estas herramientas permitieron a la vez recuperar la infraestructura de sus espacios de vivienda y uso público.

Pero no solo se trata de explotar mejor la tierra, sino también de preservar el entorno. En una decisión definitiva para sostener sus recursos, los kogui decidieron utilizar los recursos del presupuestario DLS-UE para asegurar coberturas de bosque que resguardan dos especies nativas de la Sierra, endémicas del lugar, únicas en el mundo, que desde hace algunos años han sido taladas intensamente, al punto de que su supervivencia es considerada ahora como vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Una se llama científicamente Metteniusa edulis, conocida como kanyi en lengua kogui, que ofrece una nuez que los indígenas consideran muy nutritiva y que es la base de la alimentación de la comunidad, que vive por encima de los 1.500 metros sobre el nivel del mar. Se suma el Pouteria arguacoensium o kunkawa, otro árbol que produce un fruto parecido al mamey o al zapote, igualmente útil para la alimentación local.

La deforestación de estas especies, que usualmente se produce para ampliar la frontera agrícola e introducir cultivos de plátano, se ha detenido como parte de las actividades del DLS-UE, que ha insistido sobre la importancia de manejar adecuadamente las siembras y detener la tala, porque está comprobado que una huerta cada vez más grande no representa necesariamente mayor productividad. Por otro lado, los cultivos de plátano están siendo enriquecidos con plántulas de kanyi  y kunkawa. Esto ha permitido la recuperación, al menos parcial, de ambas especies.

“Aquí hemos elaborado una ruta conjunta para solucionar situaciones de manejo en zonas de traslape del Parque y el resguardo que pueblan los kogui, que además se ha convertido en un piloto, en una experiencia modelo que queremos replicar con indígenas wiwas, kankuamos y arhuacos, las otras etnias que habitan la Sierra Nevada”, explicó Alejandro Suárez, profesional del DLS-UE en el Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta.

La idea es expandir esta experiencia y llevarla a 170 familias al finalizar el 2018, dentro de las que se incluirían 25 familias kogui adicionales a las que ya están trabajando por recuperar el manejo ancestral del territorio y de este modo aportar a los procesos de conservación ambiental y cultural de la Sierra Nevada.

*Fotos/Alejandro Suárez-DLS-Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta

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