Ubicado en la cordillera Oriental de Colombia, en el departamento de Santander, se extiende a lo largo de 59.063 hectáreas, el Parque Nacional Natural Serranía de los Yariguíes.
Esta área protegida creada en el año 2005 cuenta con una alta diversidad de especies de fauna y flora, al tiempo que mantiene una importante oferta del recurso hídrico, siendo aportante de las principales subcuencas hidrográficas de la región -Sogamoso, Opón y Suarez-.
Con un gradiente altitudinal que se extiende desde 700 a 3400 metros sobre el nivel del mar, el Parque Nacional Natural Serranía de los Yariguies está conformado por importantes ecosistemas como páramos, bosques andinos y subandinos, que actúan como reguladores microclimáticos y del ciclo hidrológico en el territorio, allí se han encontrado más de 903 especies de plantas vasculares entre las que se destacan el Roble, el Almanegra, los Puntes, el Anime, el Panela Quemada, Frailejones, entre otros.
Con jurisdicción en los municipios de San Vicente de Chucurí, El Carmen de Chucurí, Simacota, Santa Helena del Opón, Chima, El Hato y Galán, la Serranía de los Yariguíes se constituye en una estrella hidrográfica que abastece más de 20 acueductos tanto rurales como municipales, además gran parte del agua que drena de la Serranía alimenta los humedales del magdalena medio, propiciando el desarrollo de una gran biodiversidad.
Las investigaciones realizadas en la Serranía de los Yariguíes han arrojado resultados muy positivos sobre la alta diversidad biológica que allí habita, incluso, se tienen registros de especies endémicas y con algún grado de amenaza.
Las aves son el grupo más estudiando y por ende, el más conocido.
Se ha confirmado la presencia de 501 especies, de las cuales 15 son endémicas dentro de las que se encuentran Coeligena prunelli -Inca Negro-, Odontophorus strophium -Perdíz Santandereana-, Capito hypoleucus -Torito dorsiblanco- y Macroagenaius subalaris -Tapaculos del Bajo Magdalena-, entre otras.
En mamíferos se encuentran el mono araña, la marteja, el oso de anteojos, la nutria de río, el jaguar, la guagua loba, el saíno y el Venado, además del reporte de dos especies endémicas: maco caguetas y la ardilla runcha.
También se han registrado cerca de 26 especies de reptiles y 31 especies de anfibios, entre ellos, una rana endémica de los Andes Nororientales y que se encuentra en peligro de extinción, igualmente, se ha reportado la presencia de 23 especies de peces, 253 especies de mariposas diurnas, 45 especies de escarabajos coprófagos y 21 especies de libélulas y caballitos del diablo.
Con una naturaleza inmensamente majestuosa, a pesar de proveer servicios ecosistémicos para la humanidad, el Parque Nacional adolece de presiones como la tala ilegal, la cacería indiscriminada y la pérdida y transformación de ecosistemas que afectan de manera directa la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que albergan y ofrece esta área natural protegida.
