Nestlé de Colombia a través de su línea Cocosette, se sumó por segundo año el fin de semana pasado a una jornada de limpieza en el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo. El sábado anterior en las playas del Cholón y Agua azul tuvo lugar esta actividad en la cual participaron consumidores del producto y empleados de la fábrica de comestibles La Rosa quienes concursaron para poder estar el grupo de voluntarios que viajó hasta el área protegida. Al grupo se sumaron también el equipo humano del Parque encabezado por la jefe Stephanie Pauwels, ejecutivos de Nestlé, La Armada Nacional, Aseo Urbano de la Costa y miembros de la comunidad de Barú. Entre todos recolectaron 220 sacos en tierra firme que pesaron 2.75 toneladas y 27 sacos en mar que pesaron 0.33 toneladas.
Para esparcir mucho más un mensaje de conciencia ambiental que nos motive a replantear los hábitos de consumo para reducir nuestra producción de basura y nos enseñe a jamás dejarla en los lugares que visitemos, participaron de la jornada Cindy Paola Martínez más conocida como la Crespa Martínez influenciadora en redes sociales y 3 blogueros de viajes amantes de los espacios naturales, muy activos en Instagram: Juan Vergara (@Juan.lavueltalamundo), Juan Pablo Bojacá (@Viajandobarato) y Santiago Acosta (@sacostamen).
#PlayalimpiaCocosette es fruto del relacionamiento que Parques Nacionales hace con los sectores productivos para motivar que en sus programas de responsabilidad social y ambiental, realicen un impacto positivo sobre las áreas protegidas y las comunidades de su área de influencia a través de actividades de voluntariado. Parques va a las empresas, es el programa con el cual cualquier organización puede comprometerse de manera efectiva con el cuidado del ambiente. Este es un ejemplo de lo que pueden lograr la empresa privada y Parques Nacionales, por tanto invitamos a más empresarios a sumarse a esta causa que redunda en el beneficio de todos.
3 días de experiencias viviendo lo mejor del área protegida y trabajando por su cuidado
El día de la llegada al Parque Los Corales del Rosario y de San Bernardo, la tropa Cocosette, como se denominó al grupo de limpieza de playas, tuvo una tarde de “estudio”. Funcionarios del Parque les explicaron los valores naturales y culturales que conserva el área, y la importancia de ecosistemas como los manglares, arrecifes coralinos y praderas marinas. Representantes de la comunidad les compartieron los retos por los cuales trabajan y personal de Aseo Urbano de la Costa les capacitaron para una recogida segura de residuos sólidos. En la noche hicieron un baño nocturno en una ciénaga cerca a la población de Barú para disfrutar del plancton bioluminiscente. Acompañados por baruleros que prestan el servicio de guianza ecoturística, disfrutaron de los trazos de luz azulada marcados por los movimientos en el agua.
La mañana de la jornada, desde muy temprano el grupo se dividió en tres: voluntarios para limpieza subacuática hecha con careta a pulmón y con tanque de buceo, y voluntarios para dos sectores en tierra: Cholón y Agua Azul. El fuerte sol no impidió que de manera juiciosa peinaran el área entre raíces del mangle, arena de la playa, y aguas someras de donde sacaron una gran cantidad de residuos: papeles laminados de pasabocas, vasos, bolsas, pitillos y envases plásticos, latas, botellas, pedazos de vidrio, y hasta pañales. En total, la tropa sacó 3,08 toneladas de basura en una sola mañana.
En horas de la tarde se realizó una visita al corregimiento de Barú, donde un funcionario del Parque y una jovencita, ambos baruleros, pasearon al grupo de voluntarios por escenarios como la casa de la cultura y les mostraron las coloridas y típicas casa que distinguen a Barú. Narraron también la llegada de la población afrodescendiente a la isla, explicaron el proceso de pasar de ser un pueblo que cultivaba e intercambiaba productos como yuca, ñame, ahuyama y frutas, a vivir un territorio donde el cambio en el régimen de lluvias y la consolidación de una condición seca, inhabilitaron la productividad de la tierra. Al finalizar el recorrido, un grupo de jóvenes locales los esperó para jugar un partido de fútbol amistoso. Los niños más pequeños, asombrados disfrutaron el ver funcionar un drone que Juan Vergara operó para que vieran el final del partido desde el aire.
La mañana siguiente la tropa Cocosette fue a disfrutar de una de las actividades más populares en el Parque Los Corales del Rosario y de San Bernardo; careteo en Isla Grande. Allí disfrutaron de la vida bajo la superficie por la que vela esta área protegida, acompañados también por guías ecoturísticos e intérpretes ambientales de Barú.
Un aprendizaje para compartir con otros colombianos
Los participantes de #PlayalimpiaCocosette coincidieron en que el mensaje a transmitir al regreso a sus hogares y trabajos, es que todas las personas debemos revisar nuestros patrones de consumo. Eliminar los plásticos y desechables de nuestra vida, optar por productos que tengan menos empaques, cargar nuestra taza, termo o botella para las bebidas y al visitar cualquier escenario natural, no botar basura. Prometieron disponer siempre los residuos responsablemente, y que si no encontraran canecas o procesos de retirada de residuos en los lugares que visitasen, pues se los llevarían de vuelta a casa para disponerlos de manera correcta. Se dieron cuenta de que la basura que botamos al interior del continente y que por los ríos llega al mar, viaja distancias no imaginadas y termina en playas a gran distancia. En el proceso, los plásticos se van desbaratando hasta alcanzar el tamaño de partículas (microplásticos) que ingieren los organismos y terminan en toda la cadena alimenticia, los seres humanos incluidos y que tienen graves afecciones a la salud.
En Parques Nacionales esperamos repetir estos procesos de educación ambiental en los que empresa privada, instituciones y organismos del Estado hacen sinergia y se convierten en #GuardianesdelaConservación
