Colombia ya cuenta con la primera evaluación preliminar de la abundancia de la Marimonda del Magdalena, gracias al proyecto “Conservación de la Marimonda del Magdalena (Ateles hybridus brunneus)”, ejecutado por Wildlife Conservation Society WCS- Programa Colombia, financiado por Margot Marsh Biodiversity Foundation y apoyado por Parques Nacionales Naturales de Colombia.en el Parque Selva de Florencia.
El estudio se realiza en la zona Noroccidental (sector El Silencio) y Nororiental (sector La Vega) del área protegida que está ubicada en el oriente del departamento de Caldas, en los municipios de Pensilvania y Samaná.
WCS Colombia, mediante la estimación de la abundancia, tamaño y composición de grupos, y la evaluación de los factores de amenaza de esta subespecie en el Parque, espera que la información obtenida, pueda proporcionar las bases para una estrategia local de conservación para la especie, así como un programa de monitoreo.
La marimonda es una especie casi endémica de Colombia y está categorizada como una de las 25 especies de primates más amenazadas del mundo. Sus dos subespecies, A. h. hybridus y A. h. brunneus, están consideradas en Peligro Crítico “CR” por la UICN.
Esta última se encuentra en mayor riesgo, por su pequeño rango de distribución, pérdida de hábitat y cacería. Aunque ésta es una especie prioritaria para la conservación, se ha documentado poco acerca de su ecología, tamaños poblacionales y de cómo ha respondido a la fragmentación y cómo se ha mantenido en parches aislados. El Parque Nacional Natural Selva de Florencia, es la única área protegida, con presencia confirmada de la subespecie Ateles hybridus brunneus.
La distribución potencial de Ateles hybridus brunneus se encuentra entre el bajo río Cauca y el río Magdalena (sur de Bolívar, Antioquia y oriente de Caldas), lo que convierte a Selva de Florencia en el sitio más austral de la distribución actual de la subespecie en Colombia.
Parque Nacional Natural Selva de Florencia
El Parque Nacional Natural Selva de Florencia tiene 10.019 hectáreas y se localiza en la zona centro del país, en el departamento de Caldas, sobre la vertiente oriental de la Cordillera Central y en jurisdicción de los municipios de Samaná y Pensilvania.
El área del Parque es relativamente reducida; sin embargo, contiene la más grande extensión de selva natural andina de la vertiente oriental de la cordillera Central y es uno de los sitios más ricos en especies de flora y fauna del país, algunas amenazadas y en peligro de extinción.
El Parque contiene una riqueza natural característica del piso térmico templado húmedo o selva subandina, que aún persisten en las estribaciones de la cordillera Central en la franja entre los 850 y 2400 msnm. El Parque se considera como la única zona de bosque primario que tiene estos ecosistemas en el departamento de Caldas.
Este Parque cumple la función de regulación hídrica y control de sedimentos, vital para la región aledaña. Una de las características de gran importancia de este Parque es que en él nace gran cantidad de ríos y quebradas que alimentan al río Samaná Sur y al río La Miel, que drenan al río Magdalena. Entre los ríos de mayor importancia que nacen en el Parque se pueden mencionar los ríos Hondo, Tenerife y San Antonio.
Por sus características climáticas y topográficas, es un área con clima propio y unas condiciones de nubosidad y bruma alta particulares que generan gran abundancia de especies de anfibios y reptiles. Se reporta un total de 14 especies de anfibios, todos endémicos para Colombia y en alguna categoría de amenaza, de los cuales diez corresponden al género Eleutherodactylus, entre ellos la rana de lluvia camuflada (Eleutherodactylus fetosus) y la rana roja (Ranitomeya daleswansoni).
Con respecto a las aves, el Parque registra un total de 190 especies entre las que se destacan especies endémicas de Colombia como: el gavilán tijereto (Elanoides forfi catus), el cardenal (Habia cristata), la tángara multicolor (Chlorochrysa nitidisima); y otras en alguna categoría de amenaza como: el cacique candela o chamón (Hypopyrrhus pyrohypogaster) –En Peligro–, la tángara multicolor (Chlorochrysa nitidisima) –Vulnerable– y la gurria (Aburria aburri) –Casi Amenazada–. Otras especies que encuentran un hábitat propicio en este refugio natural son la marimonda o mono araña (Ateles hybridus brunneus), la nutria neotropical (Lontra longicaudis) y la guagua loba (Dinomys branickii).
El Parque es la única muestra de selva en buen estado de conservación en esta zona del país; debido a esto, convergen dentro de su territorio varias especies provenientes de las selvas lluviosas del Magdalena Medio y otras zonas cercanas. De ahí la importancia del Parque en términos de conservación y biodiversidad. La vegetación del área protegida se caracteriza por un rápido crecimiento y capacidad de regeneración.
La flora del Parque está constituida por 53 familias y 170 especies. Cabe destacar la presencia de palmas con 205 individuos por parcela de una hectárea, con una marcada abundancia de la especie de palma (Wettinia kalbreyeri). Igualmente es notable la presencia de especies consideradas maderas finas en alguna categoría de amenaza como: el chaquiro (Podocarpus oleifolius), el cule’fierro (Couepia platicalix), el copachi o molinillo (Magnolia hernandezii) y el comino crespo (Aniba perutilis) entre otros.
En el área se han catalogado más de 43 especies de mamíferos, de los cuales 14 se encuentran en peligro de extinción. Entre los mamíferos destacados están: el mico tití (Saguinus leucopus), el zorro (Cerdocyonthous), el tigrillo (Leopardus tigrina), el puma (Puma concolor) y el guatín (Dasyprocta punctata).
Se encuentran 231 especies de aves y 85 de anfibios (la mayor concentración del país y tiene más de la mitad de todas las ranas registradas en la cordillera Central) y reptiles. Entre los anfibios se encuentran dos especies amenazadas: la rana de cristal (Dendrobates sp.), especie de rana venenosa y la rana de lluvia camuflada (Eleutherodactylus fetosus).
